domingo, 23 de noviembre de 2014

La sombra.


Hace unos diez años hice un retiro espiritual, del que aprendí bastantes cosas, me sirvió para ensanchar de alguna manera mi horizonte y modo de ver las cosas. No contaba sin embargo con que tiempo después, habrá sido un mes luego, una noche sólo en mi habitación, -acostumbro a dormir con todas las luces apagadas- en medio del sueño en la noche, despierto con la sensación de cuando alguien entra en la habitación, a muchos seguro les pasa eso, que cuando se percibe la presencia, tendemos a reaccionar. 
Pues bien, despierto ya y completamente consciente en medio de la oscuridad noto, que a través del único resplandor que ingresaba en la pieza por entre las celosías de la ventana, no había nadie por allí. Estaba todo en orden, sin embargo estuve seguro de despertar porque "alguien" entró y no sabía cómo porque la puerta seguía cerrada, en fin. Tranquilo miraba todo hasta que por esa luz que entraba, que no era mucho, empiezo a ver como una especie de "humo" o sombra, sin forma, que habrá tenido el tamaño de una almohada más o menos, pero que se movía, como que iba cambiando de forma y tamaño, alargándose ya, y teniéndola encima mío, de la cama como a un metro aproximadamente por arriba. He ahí, que sí, lógicamente sorprendido primero y con miedo después, veo que la cosa empezó a evolucionar, a venirse encima mío, en dirección a mí, directamente. Todo ésto transcurría en segundos. Cuando quise moverme, adivinarán que no podía mover un dedo siquiera. Estaba petrificado, aunque intentaba ya con desesperación poder moverme como sea, pero no lo lograba. Lo único que podía mover eran los ojos, para ver que junto a mi cama, siempre tuve un pequeño reloj despertador que eran las 4:15 de la madrugada y volverme y ver que la sombra ya venía bajando lentamente hacia mi pecho, y yo sin poder moverme, intentando decir algo, pero creo que sólo salía aire de mi boca, ni un sonido tampoco, no sé cómo haría, pero estaba duro viendo que cada vez más la sombra en cuestión empezaba a presionarme en la zona del pecho ahora tratando ya como de meterse en mí, ERA REAL la sensación de mierda. Bien jodida. Al darme cuenta que todo era en vano y la cosa se ponía cada vez más amenazante, no era nada amigable, empecé a rezar. Sí. Recuerdo eso y como en las historias anteriores, yo también recé como podía, porque no emitía sonido, pero con la mente, con todo le metía. 
Esto de algún modo irritó muchísimo a la cosa ésta que al parecer se puso violenta, dándose cuenta de cómo le luchaba mentalmente, y todo perfectamente despierto, nada de sueños. La onda es que la cosa después de instantes de luchar en vano se enojó y de golpe sentí una sacudida fuerte y vi que la cosa me sacó toda la ropa de cama, las colchas, sábanas, todo y ahí pude recuperar todos los sentidos. Lo primero que hice fue prender la luz de la lamparita y notar con mucho asombro -y cagazo- que toda mi cama estaba nuevamente PERFECTAMENTE tendida conmigo dentro, y lo raro es que jamás fui tan prolijo para eso, y que además soy de moverme mientras duermo; ¿La hora? En cuanto prendí la luz volví a ver el reloj, ERAN MAS DE LAS SEIS YA... Era invierno, en el 2004, y estoy absolutamente seguro y lo comprobé después cuando conté eso a muchas personas que es 100% real y más común de lo que parece. ¿qué opinan che?

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